domingo, 4 de julio de 2010

Donde el título no concuerda



¿Es difícil generar alguna reflexión?
La verdad, eso no importa. Si bien puede ser relevante al momento de intentar plasmar tus pensamientos en un texto, ¿es importante que el resto lo entienda?
A veces, nos limitamos en torno a los propios obstáculos que nos coloca nuestro entorno. No tan sólo aquellas explícitas, sino que también las que inciden acerca de tus propios pensamientos. Ello, Yo, Super Yo, ¿para qué? ¿No es más importante lograr entenderte a tí mismo antes de entender a los demás?. Limitaciones del Ello, un Yo que no logra hacer lo que realmente desea y un super Yo que anhela salir a la luz. Comienza a vivir la vida en torno a otras aristas, en torno a caminos que carezcan de limitaciones, un camino donde la libertad sea la puerta de entrada, en donde tu felicidad sea lo primordial.
¿Es difícil encontrar la libertad? La verdad, sí lo es. Cómo se puede estar en libertad en medio de una prisión de lamentos pasados, inmerso en depresiones sin sentido y presiones que aplastan tus anhelos y esperanzas. Un mito de la caverna constante.
Es por eso, que nuestra libertad, la cual es más bien un "lugar que no existe" no la podremos hallar en nosotros mismos.
Si quieres libertad para hacer lo que quieras, es libertinaje. Si quieres libertad para poder decidir de la mejor forma, es Cristo.
Super Yo, Ello y Yo son uno, como una trinidad perfecta, en donde los deseos de uno son los anhelos del otro. Qué equipo gana: ¿el que tiene muchas individualidades o el que realmente es un equipo?
Si quieres libertad, necesitas un equipo: una unión perfectamente consolidada, en pos de un objetivo claro. ¿Cómo lograr el perfecto balance? simplemente encontrando la razón para vivir y sólo existe una que no contradice a las demás: una lograda con sangre, sudor y lágrimas, clavada en una cruz y resucitada al tercer día; esa razón se llama Cristo.
En Cristo encuentras la unión de tus realidades, personalidades y de todo tu ser. En esa unión encuentras el perfecto equilibrio para ir en pos de un objetivo. En ese objetivo encuentras un anhelo, una razón de vivir. En esa razón de vivir encuentras libertad. En esa libertad encuentras tu felicidad. Y en esa felicidad encuentras, por fin, la facilidad de poder reflexionar, hablar, amar, caminar y vivir como tú lo quieres, porque ahora ese Tú está guiado por el mejor, por el único que da la unión, la esperanza y la fuerza...

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